Para empezar hay que diferenciar entre alimentación y
nutrición.
Alimentación: es el acto ingerir alimentos sin tener en
cuenta lo que estamos comiendo, sin control alguno. Es un acto voluntario y que
depende de las condiciones sociales, económicas, zona geográfica, costumbres,cultura,
preferencias, etc.
Nutrición: es el conjunto de procesos que se realizan en el
organismo después de ingerir un alimento para utilizar las sustancias que lo
componen imprescindibles para nuestro organismo.
Vista esta diferenciación, podemos afirmar que la gran mayoría
se preocupa de alimentarse y no de nutrirse, razón por la cual terminan preparándose
o comiendo cualquier cosa para quitarse la sensación de hambre que puedan tener,
y este es, sin lugar a dudas, el primer gran error, ya que si pensáramos en
nutrirnos, equilibraríamos los nutrientes de tal manera que no produciríamos
desajustes en la alimentación diaria que, muchas veces, nos lleva a una mala
alimentación, obesidad, hipercolesterolemias, hipertrigliceridemias, anemias,
etc.
A esta reflexión también habría que destacar la diferencia
entre hambre y apetito, ya que muchas veces se come por apetito, más que por
hambre.
Apetito: lo que nos apetece. Comer por placer.
Hambre: sensación de vacío en el estómago o de ganas de
comer. Necesidad fisiológica.
Un desayuno escaso
Una de las características más comunes en las personas con
sobrepeso y obesidad.
Un desayuno escaso provoca que la energía ingerida no nos
llegue para toda la mañana y terminemos “picando” entre horas, aparezcan
fatigas y lleguemos a la comida del almuerzo con unas ganas exageradas de
comer, provocando que comamos más cantidad de comida de la que necesitamos
realmente.
Exceso de grasas
En los tiempos en los que vivimos estamos rodeados de alimentos con una tasa
demasiado elevada de grasas saturadas y colesterol. Los encontramos sobre todo
en el exceso de toma de carnes, embutidos, bollería industrial, salsas,
mantequillas, lácteos enteros, etc. Las grasas saturadas y el colesterol son
las causantes de poner en peligro nuestras arterias y de enfermedades
cardiovasculares. A esto hay que unir las grasas vegetales de coco, palma y las
grasas hidrogenadas.
Exceso de condimentos
El exceso de sal en las comidas puede ayudar a que aparezca
hipertensión arterial y a retener líquidos. Todos los alimentos contienen sal
en mayor o menor medida de forma natural, pero los embutidos, las salazones,
snacks y aperitivos, salsas, sopas de sobre, precocinados, etc, tienen dosis
más altas.
Exceso de carne
Por mucho que sea un alimento rico en proteínas, no debe ser
nuestra principal fuente proteica, ya que existen otros alimentos ricos en proteínas
con menor cantidad de grasas saturadas como el pescado o el pollo/pavo y huevos
o con más cantidad de fibra como las legumbres.
Exceso de azúcar
El azúcar es la concentración máxima de hidratos de carbono
de asimilación rápida, es decir, contiene casi un 99% de hidratos de carbono de
cadena corta que van directamente al torrente sanguíneo produciendo una serie
de reacciones como respuesta, segregando insulina para su control en nuestro
organismo. Un exceso puede favorecer el sobrepeso, las caries y/o diabetes tipo
II.
Bebidas excitantes
El café, los refrescos de cola, de taurina o guaraná, té,
pueden producir insomnio, nerviosismo, problemas gástricos, hipertensión arterial y taquicardias. A
partir de 4 tazas, las dosis son excesivas.
Productos precocinados
Suelen tener una mayor concentración de sal, condimentos,
grasas saturadas y el valor nutritivo es menor que el de los alimentos frescos.
También los malos
hábitos:
Comer deprisa: Una
comida debería durar unos 20 minutos como mínimo para que sea correcta y
masticar bien antes de tragar los alimentos. Comer en un lugar tranquilo y
acompañado. Comer deprisa engorda más.
“Picotear”: Uno de
los principales causantes del aumento de peso. Comer sin horario fijo y a todas
horas hace que incrementemos considerablemente las calorías ingeridas.
Prejuicios:
Rechazar algunos alimentos porque no los hemos probado nunca o porque no nos
guste su forma o porque nos han dicho que son malos sin consultarlo con un
profesional.
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