sábado, 28 de septiembre de 2019

Planifica tu compra


¿Eres de esas personas que van al supermercado y coge lo primero que tienes delante sin analizar lo que estás comprando?, por suerte, yo no.

La gran mayoría de las veces compramos por impulsos y muchas veces el culpable es nuestra vista. Compramos lo que más nos entra por el ojo.

Consejos para hacer una compra eficiente:

Verduras congeladas: esta puede ser una opción bastante sana si tenemos en cuenta que las verduras han sido recogidas, lavadas, troceadas, empaquetadas y congeladas directamente, pero tenemos que asegurarnos que no se haya roto la cadena de frío y conserven su punto óptimo. Si las verduras están apelmazadas, como un bloque sólido, eso significa que ha sido descongelado y vuelto a congelar. Escoge las que notes sueltas, normalmente están debajo.

Pescado: para saber si es fresco, tendremos que comprobar que los ojos tengan una pupila negra y brillante y que la piel tenga un color vivo. Evitar los pescados con los ojos hundidos y que la piel se desprenda fácilmente. No escojas pescados que ya estén cortados o fileteados.

Carnes: si buscas una buena calidad debes evitar las carnes adobadas. Una carne fresca y de buena calidad no necesita maquillar el color, el olor o el sabor. A veces los adobos se usan para alargar la vida de un alimento que ya no es tan fresco. Escoge carnes limpias.

Carnes molidas: las que vienen en bandejas suelen tener menos calidad, más grasas y a veces un tratamiento con harinas y condimentos que hacen que pagues más por menos. Elige un trozo de carne y dile al carnicero que te lo limpie y pique, saldrás ganando.

Embutido: A veces suelen agregarles féculas y harinas, por eso, intenta escoger el producto que tenga un porcentaje más cercano al 100% en carnes o el más elevado en proteinas.

Zumos: Los zumos que están en los pasillos de los supermercados suelen tener un porcentaje muy bajo de zumo y suele ser concentrados con azucares añadidos. El verdadero zumo es aquel que es 100% fruta exprimida y por regla general los encontraremos en la zona de refrigerados.

Botes y latas: los reponedores siempre pondrán los alimentos más frescos en la parte de atrás y los que caducan antes los pondrán más a mano para que te los lleves. Si vas a consumirlos en el mismo día o en fechas muy próximas quizás no te importe, pero si quieres que te dure bastante más, coge los de atrás.

Bollería: cuando un producto de este tipo no se vende, vuelve a pasar por la zona de producción y se baña en chocolate para hacerlo más apetecible. Ya no será tan fresco como lo era el día anterior, pero aguantará un par de días más.
Sobre todo, intenta evitar ir con hambre al supermercado y ser consciente que muchos productos van estar colocados estratégicamente para que los cojas. Para evitarlo, lleva una lista de la compra y evita salirte de esta. Ahorrarás tiempo y dinero.
Iván Tardón
Dietista-Nutricionista-Asesor deportivo
www.ivantardon.es

Publicado en el número 27 de la revista "De Reojo" de septiembre de 2019 en la página 26
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