lunes, 23 de diciembre de 2019

¿Me lo como?


Cuando aparece un día de fiesta en nuestro calendario, un cumpleaños, una boda o bautizo, crece la posibilidad de comer de una manera poco saludable, y es que, por regla general, tenemos por costumbre celebrar todo con cosas poco recomendables.

El problema se acentúa cuando tenemos vacaciones, época en la que nos planteamos la idea de… “ahora que tendré tiempo libre, iré al gimnasio y me cuidaré”. Nada más lejos de la realidad. Cuanto más tiempo libre tenemos, más tiempo le dedicamos a no hacer nada. Perdemos nuestros horarios de comidas, y nos relajarnos sin pensar en hacer comidas o ejercicio físico. Huimos de las rutinas y de las obligaciones, y eso se nota.

A veces pensamos que por un poco que nos pasemos tampoco será para tanto, y lo cierto es que eso depende de la actividad física que vayamos a realizar durante el día. A continuación podemos ver en esta tabla cómo podemos compensar los excesos para evitar sus efectos en nuestro peso corporal.

ALIMENTO
KCAL/100
KCAL POR RACIÓN
TIEMPO CAMINANDO PARA QUEMARLO
CHOCOLATINA 52g
456 kcal
232 kcal
52 minutos a buen ritmo
CROASAN
408 kcal
408 kcal
91 minutos a buen ritmo
DONUTS
395 kcal
189 kcal
42 minutos a buen ritmo
PASTILLAS DE GOMA
268 kcal
268 kcal
60 minutos a buen ritmo
MAGDALENA
387 kcal
387 kcal
87 minutos a buen ritmo
MANZANA
50 kcal
85 kcal
19 minutos a buen ritmo
NARANJA
28 kcal
57 kcal
13 minutos a buen ritmo
PAPAS FRITAS
538 kcal
538 kcal
121 minutos a buen ritmo
PERA
45 kcal
68 kcal
15 minutos a buen ritmo
REFRESCO
44 kcal
145 kcal
32 minutos a buen ritmo
TURRÓN
560 kcal
60 kcal
14 minutos a buen ritmo

Viendo esto, podríamos pensar que es mejor no comer nada, porque hasta una naranja o pera nos aporta unas kcal que habrá que quemar, pero debemos ingerir unas kcal mínimas para que todo funcione con normalidad en nuestro interior, es lo que se conoce como metabolismo basal. Habrá que tener un equilibrio entre lo que se ingiere para mantener el metabolismo basal y quemar el resto de kcal que nos aporta un exceso, eligiendo alimentos con la mejor calidad posible y en su justa proporción.

Entonces… ¿merece la pena pasarse?

Hay personas que hacen ejercicio físico todos los días para poder comer lo que quieren en cualquier momento, otras sin embargo, hacen ejercicio para pasar el rato, otros por competir y otros para adelgazar. Estos últimos son los que, pese a hacer ejercicio, no podrán darse un respiro, de lo contrario, no avanzarán en su objetivo o tardarán más tiempo en conseguirlo.

Algunos pacientes se sorprenden al ver que por un solo día que se salen en la dieta echan por tierra el trabajo de toda una semana, pero si imaginamos una garganta irritada que cuidamos seis días a la semana y el séptimo día nos tomamos un vaso de agua fría, el resultado sería fácil de imaginar y lo entenderíamos perfectamente.


                                                                                                                                       Iván Tardón
Dietista-Nutricionista-Asesor deportivo
www.ivantardon.es

Publicado en el número 28 de la revista "De Reojo" de diciembre de 2019 en la página 26
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sábado, 28 de septiembre de 2019

Planifica tu compra


¿Eres de esas personas que van al supermercado y coge lo primero que tienes delante sin analizar lo que estás comprando?, por suerte, yo no.

La gran mayoría de las veces compramos por impulsos y muchas veces el culpable es nuestra vista. Compramos lo que más nos entra por el ojo.

Consejos para hacer una compra eficiente:

Verduras congeladas: esta puede ser una opción bastante sana si tenemos en cuenta que las verduras han sido recogidas, lavadas, troceadas, empaquetadas y congeladas directamente, pero tenemos que asegurarnos que no se haya roto la cadena de frío y conserven su punto óptimo. Si las verduras están apelmazadas, como un bloque sólido, eso significa que ha sido descongelado y vuelto a congelar. Escoge las que notes sueltas, normalmente están debajo.

Pescado: para saber si es fresco, tendremos que comprobar que los ojos tengan una pupila negra y brillante y que la piel tenga un color vivo. Evitar los pescados con los ojos hundidos y que la piel se desprenda fácilmente. No escojas pescados que ya estén cortados o fileteados.

Carnes: si buscas una buena calidad debes evitar las carnes adobadas. Una carne fresca y de buena calidad no necesita maquillar el color, el olor o el sabor. A veces los adobos se usan para alargar la vida de un alimento que ya no es tan fresco. Escoge carnes limpias.

Carnes molidas: las que vienen en bandejas suelen tener menos calidad, más grasas y a veces un tratamiento con harinas y condimentos que hacen que pagues más por menos. Elige un trozo de carne y dile al carnicero que te lo limpie y pique, saldrás ganando.

Embutido: A veces suelen agregarles féculas y harinas, por eso, intenta escoger el producto que tenga un porcentaje más cercano al 100% en carnes o el más elevado en proteinas.

Zumos: Los zumos que están en los pasillos de los supermercados suelen tener un porcentaje muy bajo de zumo y suele ser concentrados con azucares añadidos. El verdadero zumo es aquel que es 100% fruta exprimida y por regla general los encontraremos en la zona de refrigerados.

Botes y latas: los reponedores siempre pondrán los alimentos más frescos en la parte de atrás y los que caducan antes los pondrán más a mano para que te los lleves. Si vas a consumirlos en el mismo día o en fechas muy próximas quizás no te importe, pero si quieres que te dure bastante más, coge los de atrás.

Bollería: cuando un producto de este tipo no se vende, vuelve a pasar por la zona de producción y se baña en chocolate para hacerlo más apetecible. Ya no será tan fresco como lo era el día anterior, pero aguantará un par de días más.
Sobre todo, intenta evitar ir con hambre al supermercado y ser consciente que muchos productos van estar colocados estratégicamente para que los cojas. Para evitarlo, lleva una lista de la compra y evita salirte de esta. Ahorrarás tiempo y dinero.
Iván Tardón
Dietista-Nutricionista-Asesor deportivo
www.ivantardon.es

Publicado en el número 27 de la revista "De Reojo" de septiembre de 2019 en la página 26
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sábado, 20 de julio de 2019

Obesidad infantil en Canarias


Cada vez se ven más casos de obesidad infantil en Canarias y desgraciadamente aún son pocos los casos que llegan a consulta, y es que esto, en realidad, no es sólo un problema del niño, sino también de los padres.
Muchas veces los padres no se paran a pensar que la alimentación del niño es algo importante de lo que tienen que preocuparse activamente, llegando a veces a preguntar al niño a la hora de comer qué les apetece, como si los niños fueran conscientes de lo que nutricionalmente les interesa comer. Los niños a estas edades se dejan llevar por los sabores, modas, colores, y para eso están los adultos, para guiar, aconsejar y en definitiva, para educar.

¿Cuál es la mejor edad para educar a un niño?
“20 años antes de que nazca, educando a sus padres”. Napoleón Bonaparte
 
 





Es cierto que la obesidad infantil está causada por muchos factores condicionantes que hacen fortalecerla más en la sociedad, y entre ellos tenemos:
-          Los anuncios en televisión de dulces, refrescos y comidas rápidas en cualquier horario.
-          El elevado precio de los alimentos considerados frescos y saludables en Canarias en comparación con el resto del país.
-          La tecnología al alcance de los más pequeños como patines eléctricos, móviles, videojuegos, televisión, etc.
-          La falta de propuestas a nivel político, posiblemente por considerarse algo no valorable dentro de su propia legislatura.
-          Falta de valoración e implicación de los padres en la educación de sus hijos.
-          Falta de iniciativa en las industrias para solucionar un problema de salud en continuo crecimiento.
¿Y los comedores escolares?
Es fácil caer en la tentación de culpar a los comedores escolares, y esto, aunque tiene su importancia, no es determinante, ya que el resto del día los niños continúan su vida familiar y social fuera de los recintos escolares, donde los padres, siguen siendo los mayores responsables.
En un estudio realizado a varios menús escolares de Canarias, se encontraron algunos platos no recomendados y que habría que corregir urgentemente, como son: pizzas, lasañas, papas fritas, o incluso bollería. Este disparate, no sería tan dañino si lleváramos una alimentación equilibrada a lo largo del día que lo compensara.
Lo más importante, quizás, es desterrar el “no me gusta” sin haberlo probado previamente. Al niño hay que educarlo, ganárselo, llevarlo a nuestro terreno, buscar estrategias, probar alimentos nuevos, osea, dedicarle tiempo.  A veces no quedará más remedio que imponer nuestra postura y obligarlo a comer un plato determinado utilizando la manera antigua de “si no te lo comes va a la nevera y cuando tengas hambre te lo pongo de nuevo”, pero, sobre todo evitar cambiar un plato saludable por uno que no lo sea para que coma algo.
“El día de la fruta” aparece en los colegios como un gran avance, cuando lo normal debería ser todos los días.

Los dulces, azúcares y refrescos deben considerarse como algo especial, para un día de celebración, nunca como algo habitual.

Evitar dar golosinas al niño si ni siquiera los pide. Esto es algo muy común en los abuelos.

Iván Tardón
Dietista-Nutricionista-Asesor deportivo
www.ivantardón.es

Publicado en el número 26 de la revista "De Reojo" de julio de 2019 en la página 26
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viernes, 22 de marzo de 2019

Los productos ligth no adelgazan


Cuando pasamos frente a un producto light nos da la sensación de estar observando un alimento saludable y que podemos comer la cantidad que deseemos sin miedo a engordar, pero desgraciadamente, está muy lejos de la realidad.

Los productos light tuvieron su auge en la década de los 80 y se inventaron para intentar luchar contra la obesidad y la diabetes en el mundo, haciendo un alimento más ligero con aproximadamente un 30% menos de algún nutriente que contiene el producto original de la misma marca, es decir, un 30% menos de calorías, de azucares, de grasa o de sal  que el producto original.

Lo que sucede, es que al quitar alguno de los nutrientes puede perder sabor, y para evitarlo, las marcas comerciales suelen añadir más cantidad de azúcares, grasas, edulcorantes o saborizantes. Si tiene menos azúcar, posiblemente tenga más cantidad de grasas o si tiene menos grasas, es posible que tenga más cantidad de azúcar. Esto lo convierte en un producto que no está exento de calorías y es aquí donde está el problema, ya que la palabra light, invita a comer sin poner un límite, haciendo que nos sintamos más seguros al consumir este tipo de alimentos con respecto a los que no ponen esta palabra mágica.

En realidad, algunas marcas, lo han terminado usando como reclamo publicitario, para impulsar el consumo de un alimento, que quizás, rechazaríamos si nos queremos cuidar.

Tabla de comparación de alimentos:

Producto normal
Kcal
Producto light
Kcal
Mayonesa
599 kcal
Mayonesa light
261 kcal
Queso de untar
240 kcal
Queso de untar light
154 kcal
Queso curado
418 Kcal
Queso curado light
281 kcal
Ketchup
107 kcal
Ketchup light
71 kcal
Mantequilla
734 kcal
Mantequilla light
372 kcal
Papas fritas
531 kcal
Papas fritas light
458 kcal



En la tabla, podríamos destacar la poca diferencia que existe entre las papas fritas normales y las denominadas “light”. Suponiendo que cambiáramos 100g del producto normal por 200g de producto light, estaríamos comiendo en este caso cerca del doble de kcal.

Como se ha visto, que no siempre será más recomendable tomar un producto light antes que uno normal, para eso tendremos que asegurarnos que sea la opción más acertada, a veces un producto normal de una marca determinada tiene menos Kcal, sal o azúcares que el producto light de otra marca.

Lo que va a hacer que engordemos o adelgacemos tomando productos light o no, es la suma total de Kcal o azúcares diarios que tomemos, de nada nos vale tomar alimentos light si sobrepasamos las cantidades recomendadas para cada día o no hacemos una actividad física diaria. Como siempre, el secreto estará en la moderación, el sentido común y la vida equilibrada.

¿Sabías que…..

…. la versión light de un producto no da carta blanca para consumirlo sin límite?

…. los quesos de untar siguen llevando nata entre sus ingredientes principales?

…. algunos productos light contienen más kcal, sal o azúcar que un producto normal de otra marca?



Publicado en el número 25 de la revista "De Reojo" de marzo de 2019 en la página 24
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